Mar de fondo
El mar y el abuelo Paulino
Nací en un pequeño pueblo marinero de la costa noroeste de Asturias. Las historias de los marineros, el olor a salitre y la compañía de mi abuelo Paulino han formado parte de mí desde niña. Mi abuelo era mi faro particular, me enseñó a nadar en el muelle a pesar de que él no sabía -y tener que navegar todos los días-. Me indicaba cómo subía y bajaba la marea a golpe de vista, a maniobrar el timón poniéndome de puntillas, a manejar los remos y a atrapar cangrejos mientras me contaba que la ría escondía muchos tesoros; que por allí había navegado Drake y que una vez habían capturado un monstruo marino, un calamar gigante. Tenía la cara siempre bronceada, pero la parte superior era blanca como la nieve, como observaba las pocas veces que se quitaba la boina. El ancla era su símbolo, lo llevaba bordado en el pecho de su camisa, estampado en su gorra o en sus alpargatas azules de suela color caramelo. Siempre deseé tener unas iguales.
Esté donde esté, el mar viene a mí. Me basta con cerrar los ojos para oír el tintineo de los cabos, escuchar el rumor del mar e imaginar la purpurina que destella a lo largo de la ría al atardecer.
Diseño sostenible
La marca. Beautifun
Beautifun es una pequeña marca alejada de las grandes corporaciones textiles, macromercados y superestructuras comerciales. Beautifun intenta trabajar un lado más cercano, más elaborado y creativo que transmita algo más que diseños efímeros o vacíos. Naturalmente, no es posible competir en costes con empresas gigantes del sector, los márgenes son mucho menores. Pero no es impedimento para señalar que otra forma de producir es posible. Beautifun procura reducir al máximo la huella ecológica intentando que los productos se confeccionen en lugares próximos y en condiciones dignas, con artículos de calidad y elaboración sostenible. Es el caso, por ejemplo, del calzado que he diseñado, fabricado íntegramente en España en una pequeña empresa con 6 trabajadores. Maestros zapateros que llevan varias generaciones en el oficio, como David o Pepe, son los artífices que convierten los diseños en realidad, de forma artesana y siempre preocupados por ofrecer un resultado de primera calidad. Mi agradecimiento a los pequeños sectores que se resisten a desaparecer por amor incondicional a su oficio.
La diseñadora. Fátima Valle
A mi pasión por el mar se une la del diseño. Me encanta su capacidad de comunicación, su lenguaje infinito a través de juegos visuales, palabras o formas. Con pocos elementos se puede decir mucho, como la sabiduría latente tras la sonrisa de mi abuelo.
Múltiples incursiones en diseño me han llevado a Beautifun, a esta pequeña marca con la que quiero plasmar y compartir mi cariño por el mundo marinero y jugar con sus diversas facetas. Me gustaría vestir de mar. Si has llegado hasta esta isla, tal vez tú también desearías llevarte un pedacito salado. Gracias por compartir.
